Fundirnos en un beso y sentir un "te quiero" a milímetros de mis labios.
Ser una sola persona. Él. Yo. Nosotros contra el mundo.
Admitir que no necesitamos nada más si estamos juntos.
Mirarnos a los ojos y no encontrar palabras adecuadas para describir lo que sentimos.
Un beso de despedida en la mejilla y un abrazo.
El tiempo ha pasado volando.